Documental segunda guerra mundial Winston Churchill Un gigante del siglo XX

El Brigadier Federico Fuentes, el héroe del Alcázar de Toledo.

El año pasado falleció el famoso militar que llegó a ser brigadier, famoso por haber sido el militar que quedaba sobreviviente de aquel acontecimiento famoso en el mundo entero y hasta aparecido en las profecías. Aquel militar olvidado en sus últimos tiempos por su edad, fue muy reclamado por sus conocimientos sobre el suceso en medios de comunicación. El como su familia estaba residiendo muy cerca de donde ha terminado sus andanzas, en el mismo recinto donde pasó los momentos más duros de su vida.

El militar contó en vida como luchó por meterse en la fortaleza contra las opiniones de sus padres, como salía a hacer incursiones para robar víveres en la población, haciendo eco de la gran hazaña que fue robar algunos sacos de harina y algunas vituallas, también como resistía con todos los sitiados y aguantaron los fuertes bombardeos repúblicanos. En otras ocasiones argumentaba lo triste que se sintió en esas fechas al tener que luchar contra parientes y españoles. Porque se puede ser fiel a una causa como lo fue este caballero pero tampoco deslegitimaba a la caballerosidad de los combatientes patriotas. Este hecho engrandece más su figura por contra a la del dictador que por su mezquindad le hace rebajar su humanidad, tanto que hasta ha sido sacado del lugar de reposo en el valle de los caídos por unanimidad del congreso de los diputados por lo que representaba al estar en un monumento faraónico sin el consenso de la población actual del país, como si fuera un califa o un emperador siendo el principal responsable de alargar el dolor y el sufrimiento del pueblo que con la mayor desfachatez se atrevió a gobernar usurpando los derechos de la corona durante cuarenta años.

En la trayectoria de este militar como he citado hay que comentar que fue divisionario, luchó en Rusia, luchó con los italianos, consiguió las medallas más relevantes en su oficio, la laureada colectiva como resistidor en el Alcázar, la medalla de sufrimientos, la cruz al mérito militar roja, la cruz de guerra y tantas como el ser uno de los grandes militares españoles de su época merece que la historia de España se recuerde.

El héroe aérero de la Guerra del Rif, R. Burguete.

Ricardo Burguete Reparaz nació en Madrid un 14 de marzo de 1899, en el chalet militar que disponía la familia en Carabanchel, fallecerá en su residencia de Murcia un 27 de mayo de 1934, fue un militar condecorado por su valor con la Cruz laureada de San Fernando en la guerra del Rif en Marruecos, era hijo del teniente general Ricardo Burguete Lana, de quien heredó al parecer su valor.

Ricardo Burguete era el hermano mayor de los militares, Manuel el conquistador de Albacete y Luis Burguete Reparaz, el hijo asesinado por el mezquino Queipo de Llano, como ajuste de cuentas por testificar su cobardía. Los nietos del maestro director de música D. Antonio Reparaz, que fueron reconocidos héroes militares por su valor demostrado e hijos de un teniente general de la infantería, que fue dos veces laureado con la difícil condecoración Laureada de San Fernando, que luchó durante la Guerra de Independencia cubana entre (1895-1896) obteniendo la Cruz laureada de San Fernando de segunda clase, luego fue a Filipinas donde fue herido (1896-1897) y ganó la de primera clase, más tarde luchó en todo Marruecos (1909). No tenía mancha en su expediente a diferencia de los golpistas a menos que hoy se considere que estuvo en la represión de la huelga general de dicho año, en la que tuvo bajo sus órdenes a un joven inexperto aspirante a masón Francisco Franco, que sin embargo durante su dictadura se encargaría de decir a la contra que este era masón de izquierdas, lo que nunca logró demostrar y pese a saberse que había afirmado de cazar «como a fieras» a los obreros golpistas que dejaba fuera de duda tal afirmación en ese tiempo. Hombre recto y de serios principios morales. ​En 1922 se le nombró alto comisario de España en Marruecos, sustituyendo a su amigo Dámaso Berenguer.​ Al poco fue director general de la Guardia Civil entre el 27 de marzo de 1925 y el 2 de noviembre de 1928, siendo sustituido por su conocido el general Sanjurjo,​ otro gran africanista convencido, para pasar ese mismo año a la presidencia del Consejo Supremo de Guerra y Marina puesto desde el que tenía solo por encima suyo al presidente de gobierno y al rey, en las decisiones de las fuerzas armadas. La derecha extrema no perdonó al viejo liberal por virar hacia posiciones izquierdistas y de centro liberales republicanas. El 15​ de enero de 1933, fue nombrado presidente de la Cruz Roja Española, y en tal calidad presidió el entierro de su hijo en Los Alcázares, fallecido a consecuencias de las heridas de guerra. Durante la guerra civil sus dos hermanos varones cayeron asesinados del bando sublevado al comienzo de la Guerra Civil, circunstancia de la que Burguete culparía a Gonzalo Queipo de Llano, como una venganza personal por haber su hijo Luis demostrado la cobardía de este en juicio militar, lo que le costó la expulsión del mando militar de su ejército, siendo equivocadamente aceptado como republicano y perdonado siendo demostrado una de las cabezas pensantes y golpistas del alzamiento de 1936, este craso error republicano le dio libertad de movimiento haciéndole inspector de carabineros, así como recuperar el poder fácilmente en las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva los primeros días del alzamiento.

Ingresó en el ejército de tierra español Ricardito el 5-9-1914, siendo militar reconocido de infantería, luego como pionero de la aviación ostentaba aún volando su emblema de regulares. Su tío también era el general don Manuel Burguete Lana, primero que ingresó de la familia en la academia de oficiales de Zaragoza. También era sobrino del teniente coronel, maestro de la guardia civil D. Ignacio Reparaz Rodríguez-Baez, lo que demuestra que venía de familia selecta militar por ambos costados y además lo era del periodista Gonzalo de Reparaz Rodríguez, por parte materna. Se casó con María de Ayala apareciendo su boda en El correo de la mañana, así como los numerosos asistentes y la cantidad de regalos que recibió la pareja. La misma tuvo cuatro hijos, que ante la persecución franquista a la familia tuvieron que salir de la madre patria al comenzar el conflicto, para no volver algunos nunca.

En su hoja de servicio nos encontramos con esos datos, además de otros como teniendo antigüedad como teniente del 25-6-1919 en el grupo de regulares de Melilla nº 2. También formó parte del grupo de regulares indígenas Tetuán, luego asimiló al grupo pionero de aviación, al igual que haría su hermano Luis desde caballería siendo capitán, luchando contra los insurgentes marroquíes por su bombardeo y acción de héroe fue condecorado con la Cruces del Mérito Militar y la Cruz Laureada de San Fernando, la distinción más importante del ejército español, además de la sufrimientos por la patria. Falleció con la graduación de comandante, a consecuencia de sus numerosas heridas en el bajo vientre, recibió desde el primer momento los honores merecidos y la base de aviación donde estuvo en Los alcázares donde recibió su nombre como homenaje, por lo que pasó gran parte de su último periodo de vida como héroe público y notorio pero de poca actividad profesional debido a todo esto. Quien trate de echar mancha sobre este personaje que no intervino en la guerra civil, debe de no ser español buen nacido.

Las guerras carlistas, un héroe inésperado.

Emilio Sánchez Bueno era hijo de farmacéuticos nacido en Madrid en 1844, criado en el barrio de San Jerónimo donde sus padres tenían la farmacia y hogar, estudió en la conocida universidad complutense de Madrid filosofía, tras un corto tiempo por el que no acabó la carrera, falleció su padre, teniendo que elegir la carrera militar. Avalado por su madre, aprende en Avila los años propios de estudios de logística, llamado por entonces administración militar, aprendiendo entre ellos el idioma francés, matemática y otras tareas encomendadas a su puesto, sale con el diploma de Alférez con aprovechamiento destinado a Ceuta y Cádiz donde se hace pagador y conoce a la familia militar de su futura esposa los Custodio y Quero, cuando apenas recién casado le llega la revolución de La gloriosa, provocandose un cambio en la dirección del rumbo de España. Leal a sus jefes permanece en el ejército del Sur de España que combate en Alcolea. Con el cambio de régimen llega la primera república y tras el breve gobierno del general Serrano y la monarquía de la Casa de Saboya por descender de la Casa de Austria. Cuando en 1874 los Saboya tienen que hacerse contra el levantamiento Carlista deciden abandonar el país y el trono, pero los problemas y la poca lealtad les acuciaban y se produce el levantamiento Carlista, siendo su trabajo por entonces el de formación y las quintas para combatir al enemigo del estado.

Como Teniente a finales de año se produce el golpe del general Martínez Campos que restaura la monarquía de Borbón, ante el pánico de que se instale la nueva saga de Borbón con el carlismo y las leyes sálicas como fondo, y no como hoy quieren contarnos de la mano de Canovas del Castillo que no estaba avanzando en la restauración pacifica, él sigue como siempre permaneciendo igualmente leal en su puesto y a sus jefes. En 1875 interviene destinado por las tristes circunstancias en acciones de Cataluña para devolver la paz y el orden al mando de su compañía de Transporte y caballería, destacándose en sus acciones es trasladado ante la dificultad del frente Norte al mando del general Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen que muere en el frente, el desastre de Monte Murú y no la batalla de Abarzuza como quieren hoy llamarla, le hace retirarse junto a los pocos supervivientes con sus excasos hombres salvando la mala situación en que quedó el ejército liberal.

En el frente Norte destaca en numerosas batallas con su compañía de transportes por la que es condecorado en varias ocasiones entre ellas como digo en la Batalla de Abárzuza,  la batalla de San Marcos y Batalla de San Marcial. Además estaba en posesión de las medallas de benemérito a la patria solo propias de los jefes militares, la medalla de la campaña 1874-1876 con pasadores por sus acciones, una medalla al mérito militar personal roja con varios pasadores, dos blancas y alguna que otra más, a su vuelta del frente con su estado de salud quebrantado, formó la dirección y creación de la primera guardia real del rey en el Pardo. Siendo comisario de guerra y capitán es destinado a la comandancia del cuartel general de la región en Madrid puesto en el que fallece siendo reconocido como héroe y caballero de los pocos que tenían la medalla de Benemérito a la patria. Dejaba viuda y 6 hijos, la vida no sería fácil para ellos y se perdería un prometedor profesional de la intendencia militar que sin duda hubiese llegado a Jefe. Era por la familia de su esposa emparentado con varios mandos militares, un coronel de Carabineros héroe de la guerra de la independencia latina, un teniente de navío y varios oficiales y suboficiales héroes de la guerra de Cuba. En su familia hubo luego famosos personajes de la vida social madrileña, además su hermano fue oficial del ejército en los años posteriores a su fallecimiento.

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