El general Muñoz Grandes.

Según  sea la ideología de las personas hay personajes que pueden ser considerados, heroes o villanos, en este caso nos encontramos ante uno de esos personajes destacados que podemos considerar como parte de los dos escalafones, militar traidor a la republica con cargo responsable, fue expulsado del ejército en 1936, algo que no servía de valor pues sirvió en el ejército sublevado sin descanso hasta su jubilación en los años 60, la diferencia de estar expulsado y no serlo es simplemente obvia, solo tenía efecto como así le ocurrió a su jefe directo F. Franco y otros tantos responsables si la republica ganaba la guerra hecho que como todos sabemos no se produjo nunca.
Aunque pudiese haber sido si los paises democraticos como Inglaterra y Francia se hubiesen implicado en la misma defendiendo el orden constitucional, pero resquemosos de posibles consecuencias de Hitler y Musolini que si intervenían descaradamente, no lo hicieron, haciendo que la republica española se viese obligada a virar totalmente al comunismo y anarquismo en busca de apoyos. Si dicha situación no se hubiese llevado a cabo y las potencias hubiesen intervenido a lo mejor no hubiese habido la IIGM o de haberse producido igualmente está hubiese sido diferente si España al sofocar el levantamiento luego hubiese entrado a favor de los aliados en la misma, no lo sabremos de todas formas y no sabemos si hitler como Napoleón hubiese empezado su derrota en España.

 

Agustín Muñoz Grandes, nacido en Madrid en 27 Enero de 1896 y fallecido el 11 de Julio de 1970, era un  militar español, llegó a ocupar el cargo de vicepresidente del Gobierno durante el último tiempo del franquismo. 

Su participación en el Desembarco de Alhucemas le valió la consideración de heroe de la guerra de Marruecos, por lo que estaba muy bien considerado en tiempos de la república, contra la que se sublevaría. El rey Alfonso XIII solicitó que Muñoz Grandes formara parte de su consejo de asesores, un ofrecimiento que rechazó para continuar en el Ejército. 

Al acabar la Guerra Civil española, fue nombrado por Franco jefe de la fuerza expedicionaria enviada a Rusia para luchar junto a las tropas del III Reich, en la denominada División Azul formada por españoles voluntarios.

En la campaña de Rusia fue condecorado personalmente por Adolf Hitler. Posteriormente fue nombrado ministro del Ejército a su vuelta a España y más tarde vicepresidente del Gobierno, cargo en el que le relevaría Carrero Blanco.

Su tumba que recibía actos fascistas de homenaje con frecuencia, fue destrozada hace un año  por grupos antifascistas, ha sido en las últimas décadas escenario habitual de actos en su memoria por parte de formaciones de extrema derecha por lo que la acción ha traido una nueva reacción, otros generales del régimen gozan de apacible paz en sus sepulturas, es lo que tiene que le nombren simbolo.

Tiene un hijo que alcanzó rapidamente el generalato como parte de los vencedores de la contienda llamado igual que su padre y nacido en Sigüenza (Guadalajara) el 12 de septiembre de 1935 que ingresaría en la Academia General Militar el 23 de julio de 1951, actualmente retirado.