Recompensas.

Recompensas.

viernes, 26 de julio de 2013

La guerra del Rif, Santiago Cuello un buen artillero.

Santiago Cuello Durán fue un militar de carrera, nacido en Badajoz en el lugar de Puebla del maestre en 1885, pues comenzó de soldado con los tipicos renganches al hacer el servicio militar que recibió los ascensos de cabo, sargento, brigada, subteniente, alférez, teniente... Se ignora realmente cual fue el último ascenso pues en su expediente se conservaba que en 1950 estaba solicitando la retirada del servicio con la edad reglamentaria de 65 años.
Si hacemos caso a esa edad y sus posibles ascensos pues a su retirada voluntaria era teniente en 1925 y 1931 al ser reactivado para jurar la nueva constitución y bandera, debemos estar hablando de un jefe seguramente en el retiro, con categoría de comandante o teniente coronel. Si bien tenemos que atenernos a sus acciones para poder comprender a este héroe de la guerra de Marruecos, a las ordenes del general Girona, antes de llegar a tal punto se encontró en el cuerpo montado de caballería a caballo de artilleria, luego destinado en el conocido cuartel de Vicalvaro, ya inexistente, más tarde le pudimos encontrar en acciones de banderín e intrucción de reclutas, cuando por la actividad creciente tiene que partir con su unidad de la región centro a cubrir las posiciones y la gente de Melilla de los ataques desde el Gurugú a la población de la ciudad, tras diversos hechos relevantes entre ellos la destrucción de varios puestos y casas donde se alojaba el enemigo sitiador, parte a la zona de Tetúan, Alcazarquivir y Ceuta, allí se hará acredor de un diploma de agradecimiento como destacado y ganará la medalla de la campaña y la del mérito militar con distintivo rojo y dos pasadores por las acciones de la misma. Aunque vuelve como héroe la tardanza en recibir su primera medalla, nada menos que 1924 le hace replantearse abandonar el ejército ante la falta de posibilidad de promoción, es de sobra sabido que se asciende más fácil en este si perteneces a alguna saga militar, y la Durán de la que el viene apenas ha tenido algún que otro oficial hasta su llegada. Tras ser encomendado con otros dos oficiales a la busqueda del mejor carrocuba para llevar los cañones, es agradecido por su buen trabajo por el rey Alfonso XIII por el celo y profesionalidad con que lo efectua.
Finalmente en 1926 pasa a la primera reserva por la que deja el servicio activo siendo participe a partir de entonces de actos religiosos en su nueva residencia Motril en donde se compra una finca y gestiona como administrador la de otros conocidos hacendados de la zona. Trascurrido el tiempo en 1936 ocurré la guerra civil y en este tiempo seguramente movilizado ignoramos el ejército, volvería a su antiguo oficio que apenas había dejado apenas 9 años atrás. Con los años un hijo suyo fue párroco, otro fraile y otro alferez de complemento, llegando a grado de comandante por lo que se supone que el bando que le activó fue el de los sublevados. Fallecerá según se cree en 1961.